“Logramos una sentencia con pena privativa de libertad de 10 años y 6 meses y una reparación del daño ejemplar acorde a el valor que tenían los perritos, la capacitación y todos los cuidados con los que contaba y que fueron empleados por su manejador”, indicó Mónica Huerta, representante legal de Edgar Martínez, cuidador de los perros envenenados.

Añadió que los criterios para llevar a esta pena la juez consideró que hubo un concurso de delitos, es decir, una conducta con diversos resultados lo que modificó la punibilidad de los parámetros contemplados y dentro de este criterio se dio la pena.

“La sentencia tendría que agotar sus recursos como la apelación y si no es favorable ese fallo de esa apelación vendría un amparo directo, mismo que podría realizarlos en libertad. Para la sentencia nos citaron el martes 30 de agosto. Una vez que sea leída la sentencia tiene 10 días hábiles para apelar”

Publicado originalmente en Diario de Querétaro