Lyn May es una de las pocas vedettes que se mantiene vigente en nuestro país, sin embargo, Lyn recordó que desafortunadamente uno de los episodios más difíciles de su vida ha sido a causa de las críticas por los tratamientos mal aplicados en su rostro, fue engañada por dos supuestas cosmetólogas que le aseguraron que podrían resaltar su belleza si se ponía en sus manos.
May estaba en Cuba, cuando unas mujeres se le acercaron para proponerse la aplicación del aceite, pues estaba muy de moda y las cosmetólogas le dieron mucha confianza:
«Yo me acuerdo de que la vieja de un biberón sacaba (aceite), llenaba la jeringa y olía aceite; aceite como de medicamento. Estaba muy de moda, todo el mundo se lo ponía», agregó.
Desgraciadamente el supuesto tratamiento no obtuvo los resultados deseados y terminó por crearle bolitas en el rostro y perjudicando su piel. Lyn May confesó que el shock que vivió al verse al espejo fue tanto, que varias veces quiso atentar contra su vida.
Esta lamentable experiencia la marcó terriblemente, al grado de que, en su momento la sumió en una gran depresión, a tal grado de que intentó quitarse la vida:
«Sufrí muchísimo. No me quería ver en un espejo… Me quise matar muchísimas veces. Yo lloraba y decía: ‘¿por qué?, yo me voy a matar, ya no quiero vivir así.
Quería suicidarme, si no ha sido por mi madre que me detuvo, yo ya no estaría aquí», destacó.
Lyn aprovechó para mandar un mensaje a todas aquellas mujeres que viven inconformes con su aspecto físico, invitándolas a acudir con un experto y ya pasando los 50 años:
«Yo les recomiendo que no se inyecten, y si lo hacen, por favor, que sea después de los 50, ya cuando lo necesiten y no antes», finalizó.
La vedette, desde entonces, se ha sometido a infinidad de cirugías para tratar de deshacer el daño en su rostro; y aunque su aspecto ha mejorado muchísimo, no ha podido recuperar la belleza que la caracterizaba.
Fuente: Agencias/pmc