A menos de dos años para que termine su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que quiere utilizar el tiempo restante para terminar las obras que inició su administración; aunque confió en que los cambios hechos ya no se pueden revertir.

En La Mañanera de Palacio Nacional, el mandatario sostuvo que habrá continuidad en su proceso de transformación, y aunque “cada quien con su estilo”, se mantendrá la comunicación con el pueblo; “a lo mejor ya no va a haber tantas conferencias”, estipuló.

“Aplicarme, si se puede un poco más, para dedicar más tiempo a que todo quede cimentado en orden, que las grandes obras estén concluidas, pero además operando, funcionando. Porque si dejamos obras inconclusas puede haber la tentación de decir ‘esa obra que espere'”, remarcó.

Puso como ejemplo al Tren Toluca-Ciudad de México, el cual estaba inconcluso por la administración pasada cuando llegó al gobierno, pero se decidió invertir los 30 mil millones de pesos para terminar la obra; pues de lo contrario “hubiese sido una gran irresponsabilidad”.

López Obrador se dijo convencido que “en la vida no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero”, pues aunque muchos se consideren personas insustituibles, todos cometen errores, por lo que el cambio es natural; si no, “el país se estanca”.

“No sé qué me depare el destino en los 19 meses que me quedan, ¿por qué estoy tranquilo? Primero porque se están llevando a cabo cambios importantes, ya es difícil dar marcha atrás. ¿Cómo le van a quitar la pensión a los adultos mayores? No va a estar fácil, esté quién esté en la Presidencia, es un derecho”, advirtió.

No obstante, el jefe del Ejecutivo federal reconoció que aún queda mucho por hacer. Tan sólo en el tema de salud, indicó que pretenden aumentar el número de clínicas terminar los hospitales iniciados, y continuar dando recursos para que se utilicen en equipar los centros médicos. “A todos les estoy pidiendo terminen las tareas y luego a ver qué hacen”, agregó

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