Con el mexicano presente en la sala, vestido con uniforme de preso color naranja y tapabocas, Tinkler Méndez convocó a las partes a una nueva audiencia para la mañana del próximo lunes.
A comienzos de octubre, y en su primer día de deliberaciones, un jurado compuesto por seis personas declaró culpable de homicidio involuntario al mexicano por la muerte de Hernández, de 63 años, por hechos que se remontan a 2019.
Lyle, de 35 años, propinó un puñetazo a Hernández, quien cuatro días después murió en un hospital de Miami.
La agresión se produjo en medio de una riña por una discusión de tráfico durante la cual Lyle salió del automóvil en el que viajaba con su familia y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad, de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
Reiteró, como lo hiciera durante el juicio, que Lyle actuó en defensa propia porque temió por su vida y la de sus hijos, que estaban “muy asustados dentro del vehículo”, y que hizo uso de “un justificado uso de la fuerza”.
Opinó que durante el proceso judicial no se admitieron pruebas ni testigos que hubieran corroborado esa postura.
La magistrada, sin embargo, en más de una ocasión dejó saber al letrado que no estaba de acuerdo con sus argumentos.
De no aceptar finalmente el pedido de un nuevo juicio, se espera que la jueza no dé a conocer la sentencia en esa audiencia, sino en una posterior.
Durante el proceso judicial, los abogados de Lyle, quien es conocido por su actuación en telenovelas como “Adorable maldición”, habían solicitado, sin éxito, desestimar el caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.
Tras la decisión del jurado en octubre, la hermana del actor, Silvia Lyle, puso en marcha una campaña de donaciones en una página en internet para sufragar los gastos legales del proceso judicial.