Moscú. Un día después de que el ministerio de Defensa de este país confirmó el ataque contra la región rusa de Briansk con misiles estadunidenses Atacms, Ucrania lanzó este miércoles por primera vez cohetes de crucero británicos Storm Shadow contra blancos militares en la región rusa de Kursk, al tiempo que Estados Unidos levantó la prohibición de suministrar al ejército ucranio minas antipersona.
Ambas noticias, ampliamente difundidas por los medios de comunicación occidentales, se basan en fuentes anónimas, toda vez que –justifican– los gobiernos implicados rechazan hacer declaraciones oficiales que las confirmen.
No es claro cuántos Storm Shadow lanzó el ejército ucranio –unos medios hablan de 14 y otras se limitan a “una andanada”, pero agregan que también se usó el equivalente francés de esos misiles de crucero, los Scalp– ni qué blancos militares atacaron, si bien todos coinciden en que se trata de la región rusa de Kursk.
Todo esto se presentó como anticipación a un supuesto “ataque aéreo significativo” de Rusia contra Kiev, la capital ucrania, que se esperaría este miércoles, lo que obligó a cerrar como medida preventiva algunas embajadas occidentales.
En ese contexto, el director de la inteligencia exterior rusa, Serguei Naryshkin, advirtió que habrá represalias contra los países que ayudan a Ucrania a usar sus armas de largo alcance.
“No quedarán impunes los intentos de algunos países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) de participar en los ataques de largo alcance en territorio ruso”, declaró Naryshkin a la revista National Defence, advertencia que se reprodujo en las principales agencias noticiosas.
El Kremlin considera que, si todo lo que se dice es cierto, demostraría que Estados Unidos y sus aliados tratan de prolongar la guerra cuanto más puedan.
“Es difícil saber hasta qué punto eso se corresponde con la realidad, pero si tomamos en cuenta la tendencia que muestra la administración de Estados Unidos saliente, ellos apuestan por prolongar la guerra y para lograrlo hacen todo lo posible en el tiempo que les queda (hasta mediados de enero siguiente)”, comentó su portavoz Dimitri Peskov sobre la posible entrega de minas antipersona.
El funcionario ruso dijo que es “un caso peculiar” ya que Ucrania se adhirió al Tratado de Ottawa, como se conoce la Convención que prohíbe fabricar, almacenar, usar y transferir minas antipersona. Cabe recordar que ni Rusia ni Estados Unidos lo han hecho.
Según el Washington Post, Estados Unidos pidió a Ucrania utilizar esas minas en su propio territorio y en zonas de combate que no haya población civil. De acuerdo con las fuentes de la agencia noticiosa AFP, los artefactos que recibirá Ucrania serán “no persistentes”, es decir, contarán con un mecanismo de autodestrucción que se activará al cumplirse el tiempo de uso programado.
FUENTE: LA JORNADA.