El pequeño Dominick Andujar, de 6 años de edad, perdió la vida tratando de salvar a su hermana de ser abusada sexualmente por un intruso en su hogar, en Camden, Nueva Jersey.
Era de noche cuando los grito de Amber, de 12 años, despertaron a Dominick, quien corrió hasta la sala de su casa y encontró a un sujeto, identificado como Osvaldo Rivera, abusando de la niña.
De inmediato el niño corrió a atacar al sujeto que se encontraba sobre su hermana e intentaba cortarle el cuello.
Durante el forcejo, Amber logró escapar de las garras de su agresor y a pesar de la profunda herida en su cuello salió a buscar ayuda, pero no logró llegar lejos, desmayándose sobre un charco de su propia sangre.
Ante su huída el agresor fijó su atención en el pequeño Dominick, a quien le cortó el cuello con cuchillo de cocina y murió minutos después en la sala de su casa.
Policías encontraron a Amber aún con vida y tras brindarle atención médica logró identificar a su agresor, a quien conocía como “Popeye” y cortaba el cabello a los niños del barrio.
Osvaldo fue arrestado cerca de la casa de los Andujar, preguntando a los agentes:
“¿Qué tan fuerte los lastime?”
Osvaldo Rivera, de 34 años, fue encontrado culpable de 11 cargos incluyendo homicidio y abuso sexual. Tras años frente a un juez, por fín recibió una sentencia de 110 años en prisión.
Tras la muerte de Dominick la familia recibió un diario que se encontraba en la guardería a la que acudía el pequeño y encontraron la siguiente frase:
“Yo soy un superhéroe. Yo salvó a gente.”
Este hecho motivó que su hermana Amber portara durante el juicio una chamarra con la foto del niño en la espalda y la frase: “Mi pequeño héroe.”